domingo, 7 de febrero de 2010

La Epopeya del hombre hacia el Yo divino

Prologo

Entre el Prólogo y el Epílogo la Poesía es el Hombre. Somos un libro abierto a nosotros mismos si nos descubrimos y tal vez a la misma historia.
Aquí están estas páginas para quienes posiblemente compartan el hacerlo realidad con el comentario de su propia historia íntima al leerlo. Mi intensión en la epopeya del hombre hacia el Yo divino ha sido alternar la belleza de la poesía y la espiritualidad en el hombre ser humano como divino. Lo dijo Dios, soy el que soy, y en El podemos lo que debemos ser.

Prólogo

Historia de su filosofía lo efímero del tiempo que todo lo destruye, más no la eternidad. La idea de lo eterno existe en diversas y variadas interpretaciones como ideal de la inquietud y aspiración del alma humana. Aparece sintiendo necesaria la unidad de su energía, toda una alegoría, tratando de ser uno con todo el universo. La historia de la literatura y singularmente de la poesía en las culturas de mayor presencia son creadoras de obras monumentales que han marcado huellas indelebles de carácter religioso, político y de considerable dimensión espiritual. La epopeya del hombre hacia lo divino hace posible una eterna realidad.
Filosofía de esa historia la presencia real de lo divino por hacerse uno el ser humano en la intimidad del mismo Dios. Raíz el Padre eterno fuente eterna del ser, dando la vida humana en la divina, y el sentir de la vid y sus sarmientos. Analogía del cuerpo místico de Cristo, la Viña, propiedad del Eterno, su dueño que arranca, planta y reconstruye, con Cristo, en El y por El. Donde fue Troya, donde fue Jerusalén, templos destruidos, pirámides en ruinas, murallas inútiles, en vez de todo eso la epopeya de Cristo se proyecta a toda la humanidad orientada al reino de los cielos en donde se edifica la ciudad de Dios….La epopeya del hombre hacia lo divino.


Hacia el Yo Divino.

Majestad de Dios, ha hecho al Hombre agonía y éxtasis, y su alma inmortal.
Fuerza divina y transparencia de Dios que le asombra y le transforma.

La Roca viva

El hombre es una perla diluida
En agua que penetra el universo,
Y raíz que se hunde en cada verso
Agarrada hasta el fondo de la vida.
Materia en polvo de la eterna roca
Que creyendo conoce o se imagina,
Siendo su alma inmortal fuerza divina
Debe ser el aliento de su boca.
Es la noche y el día, luz y sombra
Debatiendo existir en la penumbra
Ser verdad sin error, alguien que alumbra
Transparencia de Dios, ¡Dios quien le asombra!

¡Sí existe Dios!
Raíz, el universo
En cada hombre…


Libertad

Da el merito a la virtud en lo humano y lo divino.
Le hace responsable de ser o no ser la plenitud de su destino.
La libertad de Dios se mira en el espejo del hombre.
Tal vez, también refleja su grandeza.

El tener en las manos su destino
Es más grande que todo lo que ha creado,
Libertad en acción, Dios se la ha dado
Responsable como es su ser divino.
Indicando el camino por hacer
La conciencia es la voz que no se calla,
Directriz que siguiendo nunca falla
Como fuerza absoluta del deber.
Mal elige el abismo quien resbala,
Si se eleva a la cumbre y no desliza
Decisión que hace el hombre, según pisa
Plenitud inmortal, ¡viste de gala!

¡Oh Don Creador!
La grandeza del hombre
Su libertad.


Eternidad compartida

Dios comparte su ser increado en todo lo que ha creado y en el hombre, también su intimidad.
Dios que parece escondido en sí mismo también se esconde en el alma humana.
Su presencia inefable hace primavera del invierno.
Guarida de su ser y eterno nido.

Inmenso el universo y la Creación
Sabiendo lo que el alma lleva escrito,
No le queda tan grande el infinito
Al hombre en su pequeña condición.
Palpita el corazón amor grandioso
Escondiendo en la noche su guarida,
Mira el alma del hombre, Dios anida
Por amor con su ser maravilloso.
Universo interior Dios y su mundo,
Blancura en primavera haciendo invierno
Divino otoño y esplendor fecundo
Hacia dentro del ser, ¡su ser eterno!

Eterno anida
El amor sin medida,
¡Dios que ama al hombre!


Felicidad divina

Nuestra introspección humana proyecta en eminencia sobre la introspección divina.
Somos irresistibles a la felicidad y Dios lo es, nosotros en el tiempo y El en la eternidad.
Nuestra aspiración de ser felices en Dios es eterna plenitud.

Cómo no ser feliz siendo la fuente
Sublime inspiración de la belleza
Y la misma verdad en si evidente
De la eterna bondad en su pureza.
Ser la vida de Dios de si consciente
Respondiendo al porque que le interesa,
Razón del corazón y amor presente
El eterno absoluto en su proeza.
Expresión de elocuente transparencia
La intimidad de Dios en armonía,
Perfecta voz, divina poesía,
¡Oh eminencia de luz y gran presencia!

Felicidad
Divina realidad,
Dios es feliz.


Amor increíble

La síntesis de la acción amorosa de Dios que vence el mal con el bien y la miseria humana con su incalculable largueza más allá de lo increíble, de hecho se convierte en evidencia absoluta.
Todo lo humano se llena de divino y el niño crece a través del hombre hacia el ser divino.
La plenitud del hombre viene a ser la plenitud de Dios.


A Dios se le ocurrió hacerse hombre
Precisamente por amor divino,
Lo divino humano se hizo nombre
Creíble lo increíble tal convino.
Su Espíritu en la carne resplandece
Eterno en humano hecho un niño
Que invisible hoy es visto cual parece
Cielo y tierra inundando de cariño.
Se echó a los hombros la miseria humana
Jesús, creció, murió y resucitó.
Salido de la tumba vive y mana
Gloriosa plenitud, ¡nos redimió!

Es increíble
Humano lo divino,
Y es realidad.



Providencia divina

Le sobra todo para el éxito inmediato y total pero le falta todo porque su plan es lograrlo por medio y a través del hombre. Es la misma postura de Cristo, naturalmente, en lo humano y lo divino.

Exige maravillas y el milagro,
Dios, quiere que los hombres sean sus manos.
También su corazón, nos hace hermanos
En Cristo que entregó su cuerpo magro.
Amando a todos con amor divino
Su amor requiere el corazón humano,
Justicia y paz cogiéndose la mano
Tras las huellas de Cristo en el camino.
Suficientes riquezas de la tierra
Ordena distribuir entre la gente
Poderosa su mano providente
Cuyo fruto es la paz, ¡divina guerra!

En nuestras manos,
Providencia de Dios
Su corazón.


Los Bienaventurados

Claridad transparente del criterio de Dios concreto, práctico y real, persistente y consistente con el querer y el hacer divinos. Es el mismo criterio ejemplar modelado por Cristo en la realización de su misión humana y divina. La felicidad de Dios es la del hombre y lo es su bienaventuranza.

Tuve hambre y me disteis de comer
Perfecta decisión, divino ingenio,
Venid benditos míos a mi Reino
Tuve sed y me disteis de beber.
Vinisteis a la Cárcel para verme
Sabiendo me encontraba encarcelado,
Y estuvisteis conmigo y a mi lado,
Enfermo, preocupados en quererme.
Abrid el corazón y la mirada
A abiertas puertas y sagrados velos,
¡Venid conmigo al reino de los cielos
La gloria eterna os será otorgada!


Amor eterno
Con ojos inmortales,
Miran a Dios.


El árbol de la Vida

Si la humanidad es el árbol sus hojas y su fruto alegóricamente es el hombre.
El árbol de la sabiduría da frutos exquisitos de verdad de la que se viste luminosa la existencia humana cuajada de virtud con buenas obras y un buen nombre. El nombre que Dios escribe en el libro de la vida.
La autentica dicha y el existo de la inmortalidad del Paraíso escrito eternamente en el corazón de Dios.

Soneto

Frondosa luz de otoño celestial
Crece el árbol de la sabiduría,
Un poema de amor y poesía
Dios en El, y en el alma espiritual.
Sí existe el Paraíso terrenal
Verdad de la verdad, su alegoría,
En realidad no es sólo fantasía
El árbol de la vida es inmortal.
El árbol de la Vida es infinito,
MI Esperanza, mi nombre quede escrito,
En el nombre de Dios si así lo quiere.
Es un árbol divino y lo que muere
No se muere en verdad si resucito,
¡Su cielo en mi raíz, lo llevo inscrito!


Dios es eterno
Y en la vida del árbol,
Es nuestra vida.



Luz de invierno en la playa

Un paisaje de luz y de inmensidad con la más perfecta geometría no basta al corazón humano ni al divino. La vida más bella está vacía y con apuros de frío sin la llama ardiente del amor con su calor divino incandescente en el calor humano. Al final de cuentas el amor presupone el fuego en la consecuencia de la luz como la verdad absoluta necesariamente presupone ser bondad absoluta.


Sol, cielo, mar y playa invernal
El azul transparente
Limpio y lleno de luz
En la mañana fría.
De la cumbre del cielo de fulgor azul,
Perpendicular
En línea vertical va cayendo por doquier.
Y al caer circula sobre la horizontal.
Percepción de altamar,
Luz de invierno desmalla
Sobre el mar y la playa…
El sol de fuego es frío,
Entretenido en brillar
Deslumbrante en azul
Sobre el viento y el mar.
Me ocurre preguntar, tal vez imaginar
Si se propone olvidar
Que debe calentar.
¿Por qué lo deja en el olvido?
Nunca muere el amor
Y admiro tanta luz
Pero muero de frío.
¡Divina hoguera y Sol amigo,
Caliéntame Dios mío!
Haiku
El cielo azul
Poema vertical,
En mi horizonte.


El Yo trascendencia de la muerte

Soneto

No es mi yo deterioro de esta vida,
Mi antesala es el pórtico de otoño
Peinando lindo chongo y con su moño,
Presiento retoñar de eterna vida.
Aroma de esta flor en la Florida,
Atrevidos achaques siento coño
Que aunque alegre, me temo hacerme ñoño,
La salud, musitar su despedida.
De mi yo sea existencia preferida
Penetrando el abismo y su guarida
Las alas de la fe tras la esperanza.
Sobre todo el amor y la confianza,
Dios y el alma, encuentro de añoranza
Allí en su intimidad, ¡yo en esa herida!

Semblanza suya,
Trasciende en cada hombre
El Yo de Dios.


El triunfo de la vida

Soneto

Divina compasión a mi concierna
En espera de mi alma a eterna vida,
No el terruño, la tierra prometida,
Que el destino y la gracia me discierna.
Bondad de Dios divina y sempiterna
Pueda ser que me encuentre en la Florida,
Volviendo a florecer Pascua florida
Siendo injerto de Cristo, vida eterna.
La esperanza y la fe, todo declina
Donde empieza el amor que no termina,
Vale la pena el haber nacido.
Momento de lo eterno y lo divino,
¡Sea feliz por haberle convencido!
Y ante Dios, ¡nunca ser desconocido!

Eterna vida
Presiente, la conciencia
Ante la muerte.


Divina Redención

Soneto

Grito eterno de amor Cristo que gime
Tanto amor, el que a ti te crucifica
Como a Él, que después te glorifica
Si ese grito de Cristo te redime.
Grita Dios con su grito más sublime,
Y el Santo de los santos santifica
El Cuerpo de Jesús que deifica
Vence la muerte y del sepulcro exime.
El Cuerpo de Jesús que resucita
Maravilla de amor el que haya muerto,
Todo el cielo florece en el desierto.
Tanto amor redimiéndote por cierto
Y esperanza que nunca se marchita,
En el alma inmortal, ¡es Dios quien grita!

El alma vale
Aun más que el universo,
Lo grita Dios.


La divina amistad

Soneto

Si a Dios y a tu conciencia satisfaces
Te llenará la paz de su amistad
Disfrutando su gran fidelidad,
Fiel es Dios como nadie si le places.
Serás siempre feliz si así lo haces,
La idea del bien que es bien de la verdad
Verás que te complace si complaces.
Libertad generosa verifica
Tu respuesta de amor, Dios santifica
Con momentos eternos tu existencia.
Divina plenitud en tu conciencia
No te aleja jamás de su presencia,
¡Con El, por El y en El, te glorifica!

A Dios le place
Y a Cristo le complace,
¡Lograr al hombre!


El secreto del alma

Soneto

Montaña de la luz y las estrellas
Nevado fuego de la cumbre fría,
Corazón de la tierra, estalla en ellas
Escalando sublime poesía.
Lanza amor palpitante tus centellas
A donde esconde su sabiduría
La guarida de Dios, siga sus huellas
Universo interior el alma mía.
Divina nieve el corazón de fuego
La luz viviente del eterno ego
El secreto de ser, siempre divino.
Dios se cruza y nos habla en el camino,
Cobija o quema nuestros huesos luego
Comprendiendo cual es nuestro destino…

Luz entrañable
Y secreto del alma,
Fuego divino.




El eterno presente

Soneto

Detén la primavera entre mis manos
Tersas como la luz de tus caricias,
Regalos increíbles tus albricias
Humanos son divinos, sobrehumanos.
Divinos aunque humanos son tus planos
Que exentos de maldad y sin malicias
Generosos no saben de codicias,
Abundando infinitos, soberanos.
No dejes fenecer tu amor eterno
Divina primavera floreciente,
Efímero es mi ser y tu tan tierno.
No me quiero morir contigo ausente,
Detenme en tu momento sempiterno
Eterna inmensidad, ¡oh Dios presente!

No es efímera
La experiencia de Dios,
Tan solo el hombre.


El abrazo del Padre

Soneto

Mi corazón sea puro y sea mi mente
Y en sus ojos, que mire mi inocencia
El Dios de mi niñez, yo en su presencia
Lo eterno vivo del ayer presente.
De pecado me limpie y sea inocente
Ante el juez que escudriña mi existencia,
Su blancura revista mi conciencia
Con Dios en la mirada transparente.
Venga el reino de Dios, que me aparezca,
De malicia y de culpa claro el caso
No existan ante Dios ni por acaso.
Siendo niño que a mí me pertenezca
Su caricia y me acerque a su regazo,
¡Padre eterno de Cristo, yo te abrazo!

Mirada pura
E inocente niñez,
Dios y natura.


Amistad dulce hogar

Soneto

Sé que mi alma inmortal no es de esta tierra,
Mi cuerpo sí lo es de tierra un puño
Con olor y sabor a mi terruño.
Ando en busca de paz, mi única guerra.
Encontrar la verdad la vida encierra
Y en el fondo del alma está su cuño,
Es tesoro aprender el ser que acuño
En cielo azul, la cumbre por la sierra.
A pesar que me mide cada año
Mi conciencia de ser es sin tamaño,
Amor y hogar de Dios, el infinito.
Me alumbra el corazón y no me engaño
Todo el suyo en su mano tan bonito,
¡Oh divina amistad, silencio es grito!

Tierra de Dios,
Corazón infinito
Es nuestro hogar.


Sabor a Dios

Soneto

Vive Dios que me ha dado hermosa vida
Con el fin de encontrarme con su amor,
Vivo yo que conforme a mi medida
Debo ser responsable de su honor.
Vive Dios y su gracia en mi escondida
Me descubre insinuante su esplendor,
Con espina o sin ella, encendida
Mi conciencia adivina su color.
Increíble lo siento en mí escondido
Floreciendo en su eterno amanecer,
Vive Dios que es eterno florecer.
Es creíble en mi fe el desconocido
Transparente a la vista y al oído,
Sabe a ser, ¡en mi ser todo su ser

Sabor divino
Del Ser en nuestro ser,
Es menester.


La bella cita

Soneto

Me asomo a Él y veo mi pensamiento
Y dejo de pensar, orando creo
E internamente siento que le veo
Y abrir la puerta escucho, le presiento.
El sabe que me lleno de contento
Porque es mi libertad y no soy reo
Y El es el corazón de mi deseo,
Disfruto tanto amor a fuego lento.
Este amigo increíble es infinito,
Y gozo su amistad que es exquisita,
Me delito de Dios, con su visita.
El me enseña el silencio que medito,
En quien vivo, me muero y resucito,

Dentro del alma
Un silencio infinito,
Dios que nos cita.


El tema de Dios

Soneto

Amor más grande que la fe en la cumbre
Fe termina al llegar, tal la esperanza,
Heroico amor consuma la confianza,
Inextinguible amor, Dios fuego y lumbre.
Olvidando el rescoldo su costumbre
Más allá del rescoldo y la añoranza
Sin cenizas y sin desesperanza,
Ese fuego divino que me alumbre.
Dios es la plenitud de amor eterno,
Ser del amor cuyo divino esquema
Le es absurdo mirar otro dilema.
Y por eso su ausencia más que invierno
Sin su vida y su amor sería un infierno,
¡Quien como Dios, amor…oh eterno lema!

¡Oh eterno amor!
Amor y eternidad,
Sin otro tema.


Tremenda realidad

Soneto

El poder de su ser que es invencible
La eternidad eternamente evoca,
Y hace su casa cual divina roca
Donde vive su vida incorruptible.
El hombre que es al tiempo irresistible
Conoce ser aliento de su boca,
Y a su reino, seguro le convoca
Esperanza del alma incorruptible.
Así es la realidad de nuestro sino
Bajo el sol como marca el calendario,
Confiando en el amor del ser divino.
Vida y muerte sucede de ordinario,
Superior a la fe es nuestro destino
En el ser de su ser, ¡extraordinario!

Piedra de toque
E inconmovible roca,
Amor divino.


Promoción de ser

Soneto

Si entendernos con El es lo que hicimos
Eso busca el eterno de ordinario,
Es desgracia si no lo comprendimos
Y salimos por nada al escenario.
Nos promueve, vivimos y existimos
Y ante Dios que es el ser extraordinario,
Consentir es que importa y renacimos,
Su absoluto, divino y necesario.
Se integra en su presencia el mundo entero
Cada instante del tiempo en su existencia,
Tal vez, se desintegra bajo cero.
La humana libertad, en su presencia
Se entreteja a su gracia en el sendero,
Feliz eternidad, ¡no desespero!

Se hace ordinario
Su ser extraordinario,
En nuestro ser.


Dinámica de Cristo

Soneto

Realidades lo son mis pensamientos
Del Padre celestial que me da vida,
A ustedes yo la doy, pan y comida
Soy la vid de quien crecen mis sarmientos.
Amor divino son mis sentimientos
Y en verdad la razón de mi venida,
Soy cielo y corazón, mi despedida
Les adoctrina en mis conocimientos.
Pisando donde piso, las estrellas
Son como nada al paso de mis huellas,
A donde voy, Yo espero a cada amigo.
Cumplidas mis promesas son más bellas
Siendo fiel mi Palabra, tal cual digo,
¡Yo ante el Padre, les sirvo de testigo!

¡Ser… ¡Dios y Hombre!
Ante el Padre testigo,
Perfecto amigo.


Dios es mi inspiración

Soneto

Me pregunto cómo es el ser divino
Que es eterno, sin fin, desconocido,
La verdad esencial al bien unido
Feliz en absoluto, ¿lo imagino?
Mis palabras son nada si defino
Al que es indefinible a mi sentido,
Su infinito no cabe contenido,
Ni siquiera comprendo yo mi sino.
Por el alma inmortal a Dios aspiro
Y es verdad que es el bien en que respiro,
Semejanza a su imagen, ¿ironía?
Lejano abismo toda analogía
De eterna realidad mi fantasía,
Todo puede el amor, ¡yo en Dios me inspiro!

Dios es amor,
Su eterna poesía
Mi inspiración.


Adoración celestial

Soneto

Preciosa tela de divino encaje
El cuerpo de Jesús glorificado
Con la gloria de Dios, el Hijo amado
Viste eterno y feliz ese ropaje.
Los Ángeles no tienen ningún viaje
Con el novio divino enamorado,
Disfrutando en sus bodas su bocado
Y al Cordero rindiendo vasallaje.
La Creación la hace unísono adoro
El divino Pastor, Rey de los cielos
Reúne a sus pastores en gran Coro.
Los Ángeles de Dios, rinden sin celos
El incienso sin mirra y todo el oro
Al ser divino, ¡tras de humanos velos!

En plenitud,
¡Adoración celestial…
Ni diablo ni mal!


Identidad absoluta

Soneto

Con todo cuanto existe en armonía
Sentir unido su universo entero,
Siendo la paz su enlace verdadero
Por obra del Creador y su energía.
Providente en el ser cada existencia
Sintiendo internamente a Dios el alma,
Profundidad en El, hallar la calma
Creyendo firmemente en su presencia.
Eterna intimidad para El sencilla,
Divino como existe en su destino
La absoluta verdad del ser divino,
¡Deidad su Yo y divina maravilla!

Distinto eterno
Su obra el universo,
Su Yo, ¡El mismo!


El yo efímero o eterno

Soneto

Contraste de verdad y vanidad
La experiencia del yo maravillosa,
Maravilla de Dios, es la gran cosa
Si descubro y elijo la verdad.
La vida seductora y sediciosa
En momentos se cree la eternidad,
Mintiendo disfrazada falsedad,
Vanidad no es verdad siendo engañosa.
Es absurdo que encuentre libertad
Maravilla del ser en desespero
Eligiendo hacerse prisionero.
El yo del alma y Dios, el verdadero
Inmortal se hace eterno en realidad,
¡Tal encuentro, en sí es felicidad!

No efímero más,
Eterno es el lograrlo
En el Yo eterno.


El yo necesario

Soneto

Ser en el mundo y todo cuanto existe
Dentro y fuera de mi todo en mi yo,
Siendo en mí o en sí que es sí o es no,
Dónde, cuándo el porqué mientras persiste.
La fórmula de ser en ser insiste
Cadena que conmigo no empezó,
Ni tampoco conmigo terminó,
Se viste, se desviste y se reviste.
Contingentes los yo en escenario
Siento humano en mi yo su Yo divino,
Existe y lo creí, no lo imagino.
Debe un Yo absoluto, necesario
Haciendo la cadena del destino
Ser lo eterno del ser, ¡extraordinario!

Eterno el suyo
Cada yo en su Yo,
Dios, Yo del ser.


Divina locura

Soneto

Por esencia, presencia y por potencia
Dios existe en el ser del universo,
Creador en la Creación, poema y verso
Razón e inspiración de su existencia.
Fuente eterna de ser, vida y presencia
Como un beso de paz, divino cierzo
Dios profundo en su ser, en El inverso
Es la suma bondad y la inocencia.
Vive Dios en su Hijo humanamente
Siendo el rostro divino de su mente
Y el amor que a los hombres transfigura.
El Creador existiendo en la creatura
Es la cara de Cristo eternamente,
¡Por divina razón, bella locura!

¿Dios, ser creatura?
¡Es divina razón
Tanta locura!


A Dios le place

Soneto

Ser fuente eterna al Padre pertenece
Engendrando a Jesús, nacida mente
Que es Palabra de Dios para la gente,
Honor, divina luz que resplandece.
El amor en persona así acontece
Siendo humano y divino en Dios consiente,
Hijo y Padre el eterno allí presente
Es divina verdad lo que acaece.
Esta vida perfecta que a Dios place
Ser humana y divina, le renace
De amor filial, glorioso para amarlo.
Con justos elegidos al llamarlo
Los Ángeles se juntan a adorarlo,
¡Y el cielo en plenitud a Dios complace!

Adoración
Es divino placer,
Su amor eterno.


La cuenta y su total

Soneto

Sumamos y restamos, calculamos,
Multiplicamos, luego dividimos.
Al final de cuentas nos lo repartimos,
La cuenta sale bien si nos amamos.
Libres o esclavos el total logramos.
El odio mata el alma y nos morimos
Nada sirve la vida y la perdimos,
Las cuentas, salen mal si nos odiamos.
Todo es suyo y defiende lo que es suyo
El dueño del negocio, justo y bueno
Ama el bien, repudiando el mal ajeno.
Feliz momento eterno el cielo pleno
Paz y bien es respeto sin barullo,
¡Oh amor del sumo bien, divino orgullo!

Dios amor no vende
Amor regala,
Aunque amor con amor se paga.


Instinto de Amor

Soneto

La pregunta en verdad es cosa seria,
¿A dónde vamos y porque venimos?
La respuesta en el alma la sentimos
Porque somos espíritu y materia.
Meditamos en medio de la feria
El silencio de Dios, por El vivimos
Y escuchamos mejor cuando morimos,
Derrotados del tiempo y la bacteria.
Nuestro instinto es hallar felicidad,
Lo mejor de la vida es ser felices
Y lo peor el sentirnos infelices.
¿La inventamos o existe tal verdad?
¡Oh Dios del tiempo Tu que nos bendices,
Deseamos el amor, tu eternidad!

Dios y su instinto
Amor y eternidad,
También el nuestro.


El bien ante el mal

Soneto

La vida es un milagro y gran sorpresa
En las manos de Dios providenciales,
Que orientada a sus planes celestiales
Será la plenitud de su proeza.
Somos parte de la naturaleza
Sujetos a sus leyes naturales,
Gozamos bienes padecemos males,
Vida y muerte a natura le interesa.
Es la lucha del mal su amor rotundo
Y el bien que es siempre bien, es imperfecto
Si el misterio del mal surte su efecto.
Vida y grano de Dios, muere fecundo,
Revive luego en Él lo más profundo,
Amor total al fin, ¡en Dios perfecto!

Mal, pasajero,
El bien de Dios espero…
¡Y Amor eterno!


La belleza divina


Soneto

Esplendor en el orden Dios perfecto
Que eterno el corazón feliz conquista,
Beatífica visión siempre a la vista
Del ser divino, puro, sin defecto.
La belleza en sí misma en efecto
Es causa de las artes y el artista,
Cuya fuente sublime nunca vista
Deslumbra al inspirarse aun su intelecto.
El Creador embellece la Creación
En el Hijo del hombre de manera,
Que es belleza de Dios la tierra entera.
Su hermosura es la luz por dondequiera,
Lo efímero es eterna inspiración
Y gloria en plenitud, ¡Resurrección!

Bello y divino
El esplendor más bello,
¡Y Cristo en ello!


Divino en plenitud

Soneto

Creación y el universo los miramos
Telescópico el ojo al macrocosmos,
Microscópico luego al microcosmos,
Pequeño, lo grandioso lo admiramos.
Dios y el alma hacia dentro, encontramos
Con la Fe, descubrimos lo que somos
De esperanza inmortal bellos asomos,
Amor en plenitud que imaginamos.
Es un grito infinito la conciencia,
Dios y el alma en nosotros, adivino,
Ser humano inquietud por ser divino.
Voz de Cristo en la fuerza del destino
Dios, nos llama a vivir en su presencia,
¡Eterno, compartiendo su existencia!

Amor eterno,
La plenitud de Dios
Y el Hombre pleno.



El anhelo del cielo

Soneto

Espíritu en materia es lo que somos
Viviendo en nuestro cuerpo que se acaba,
Dios y el alma inmortal profundo cava
Tras la mina, el venero y sus asomos.
Cargado de trabajo tras los lomos
El sudor de la frente el agua lava,
La oración y el amor que a Dios alaba
Hermosos, como vuelo de palomos.
El ave cuyo don es el volar,
Asombra a nuestro sueño un raudo vuelo
El tesoro del alma que es amar.
Trabajar sin descanso es gran revuelo
Y la vida nos pone a trabajar,
¡Oh eternidad de Dios, tu nido el cielo!

El ave vuela
Como el hombre que anhela,
Es su trabajo.


Realidad de nuestro ideal

Soneto

Justamente es la paz de un mundo bueno
Equilibrio de hacer y de tener,
Derecho personal, social de ser
El respeto al bien propio y al ajeno.
La tierra, el universo, el mundo lleno
Luchar y trabajar para obtener
Suministro adecuado y sin veneno
Compartiendo entre todos el poder.
Verdadera hermandad nuestro destino
Y equidad de igualdad en dignidad
Que equilibra aun lo humano en lo divino.
Responsable ante Dios la humanidad
El amor no el terror es nuestro sino,
¡No podemos errar en el camino!

Humanidad
El amor, no el terror
Es nuestro sino.


Realidad de nuestro ideal

Soneto

Justamente es la paz de un mundo bueno
Equilibrio de hacer y de tener,
Derecho personal, social de ser
El respeto al bien propio y al ajeno.
La tierra, el universo, el mundo lleno
Luchar y trabajar para obtener,
Compartiendo entre todos el poder
Suministro adecuado y sin veneno.
Verdadera hermandad nuestro destino
Y equidad de igualdad en dignidad
Que equilibra aun lo humano en lo divino.
Responsable ante Dios la humanidad
El amor no el terror es nuestro sino,
¡No podemos errar en el camino!

Humanidad
El amor, no el terror
Es nuestro sino.


Amor de la Amistad

Soneto

La Amistad del Amor rejuvenece,
Si es verdad que las flores se marchitan
Más verdad es que luego resucitan,
Resurgiendo la vida, no envejecen.
La amistad del amor nos enaltece,
Si es verdad que en el mudo alguien se irrita
Más verdad es la paz que se medita
Y se lanza a vivir sin que le pese.
La amistad del amor es rio que crece
Y corriendo hacia el mar jamás perece,
La inmensidad de amar es infinita.
La amistad del amor al cielo incita
Ni el odio ni la muerte se lo evita,
¡El amor de amistad, A Dios merece!

Haiku
Paz sin terror
Y en la amistad humana,
¡Amor divino!


Día del amor y la Amistad
Divino Siempre.

Amor como la flor
Y flor como el amor,
Amor sin interés.
La amistad del amor tiene en su boca
La pureza del beso que convoca
Con el puro interés de la amistad.
La amistad del amor
Tiene un beso infinito.
No estampa sus labios
Con engaño o desengaño
Ni en el beso del amor
Ni en el beso de la flor
Momento de un Instante de infinito, sus momentos…
Fugitivo el amor
Y el beso de la flor.
El amor, corazón de la amistad,
Grandioso, espiritual.
¡Oh inmensidad, oh raudo vuelo
Persiguiendo el amor
Y capturando el beso en su sabor
Donde eterno florece
Eterno Amor, inmortal, la bella flor!


Epílogo

Poesía de la Belleza cuya inspiración es hacer lo efímero eterno, lo mortal inmortal, lo pequeño grandioso y al hombre Dios. Haciendo lo humano divino y lo divino humano, lo temporal eterno y lo finito infinito, lo corruptible incorruptible y la epopeya de la poesía más bella que se llama Emanuel, se llama Dios con nosotros y se llama Jesucristo con su Cuerpo Místico, el Cristo pleno y total hacia su Gloria.
Belleza de la poesía es la beldad misma de Dios, su expresión inefable encarnada en el sonido de la palabra humana y divina. La analogía y la alegoría de Dios en el hombre y del hombre en Dios. Contraste de luz eterna deslumbrando las tinieblas. El triunfo victorioso, el amanecer eterno en el zenit que no tiene ocaso de todo el universo pasando del mundo de la materia a la cumbre deslumbrante del Espíritu del hombre en el Espíritu de Dios. La Poesía de la belleza y la belleza de la poesía es la transformación del ideal infinito en la gran realidad de la Epopeya del hombre y del ser Divino, belleza eterna en absoluta plenitud.

Corolario sobre el amor y la amistad.

Mensaje de amistad fraternal

Soneto

Siendo amigo de todos cual me veo
Amigos que me quieren de enemigo
No lo van a lograr, yo soy su amigo
Siendo amigo de Dios, en eso creo.
Lo bello ignora y todo mira feo
La ciega enemistad, que ante el mendigo
No descubre a Cristo ser testigo
Y luz del corazón en su deseo.
Perdón del alma y paz puesta en la mano
Compartiendo cordial el bien deseado,
Fraternal amistad, ¡celebra hermano!
Divino como humano el ser amado
Allanándolo todo a un mismo plano
Eso lo hace el amor, ¡lo más sagrado!

Amor amigo
Es divina amistad,
¡Todos amigos!


Nuestro último parecido

Soneto

Los Ángeles de Dios son inmortales
Y algunos con veneno cola y garra.
A nosotros, que somos animales,
Nuestra vida si agarran la desgarran.
Cantamos como el grillo y la cigarra
Vida y muerte el amor, nos hace iguales,
Nuestra muerte que el alma desamarra
Como a un Ángel, nos hace espirituales.
La vida simplemente tan sencilla
Viene a ser la divina maravilla,
Plenitud nuestro ser en Dios nos vemos.
Sorprendente ha de ser lo que seremos,
A pesar que la muerte nos humilla
Al final, ¡solo a Dios nos parecemos!

La vida es todo
Parecidos a Dios,
La muerte nada.


A la amistad y al amor

Soneto

Con amor nunca nada está perdido,
El sol diciendo al día hoy me consagro
Y la noche estelar siendo un milagro,
Vale la pena todo haber nacido.
Sin amor nada vale haber vivido,
Negra la noche como el cuerpo magro
Y arrancada la vida en todo el agro,
Cuando todas las cosas se hayan ido.
Certeza en plenitud de la esperanza
La muerte es sin duda una elegía,
Divina inspiración en poesía.
Y una eterna amistad en lontananza
Dios existe y persiste la confianza,
¡Nuestra oda de amor a la alegría!


Haikus de amistad

Es una oda
La elegía de morir,
¡Oh eterno Amigo!

El tiempo pasa
E instantes no perecen,
¡Dios es amigo!